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A cabeza non para!

Las apariencias engañan

Las apariencias engañan

Ayer venía en la web de El Mundo un artículo sobre el sociólogo Amando de Miguel en el que decía que la burbuja inmobiliaria le había estallado en toda la cara, y casi no tenía ni para comer.Viéndolo así por el titular, parece digno de lástima, pero la noticia dice más.El sociólogo se compró un casoplón de cuatro plantas, de dos millones de euros en una zona privilegiada de Madrid, en la cual alberga su biblioteca personal de más de 13.000 libros, que ahora busca desesperadamente vender para hacer frente a gastos de IBI, pensión a la ex, asistenta de la limpieza, guardia de seguridad, etc...No enciende la luz y la calefacción para no gastar,no tiene para la gasolina de su BMW y apenas come, a no ser que lo inviten amigos, ya que gasta los 2.000€ de pensión (que muchos quisieramos de salario!) que recibe de su trabajo en la Universidad  al mes en estos conceptos.

Resulta curioso que una persona que se dedica a estudiar nuestros comportamientos por el mundo adelante, como si fuesemos animalillos de laboratorio y sacan conclusiones y sentencias sobre nuestros aciertos y errores, en ocasiones desde un punto de vista algo superior, como si estuvieran por encima del bien y del mal, caiga en tamaño desprestigio, ser uno más de los timados por la explosión inmobiliaria.

Y muchos pensaremos: que venda la casa y se vaya a un pisito más modesto, o el coche...pero Amando se agarra a ella como si fuera una garrapata, como si al dejarla ir dejara de formar parte de la élite social y entrara en la clase media-baja (que desprestigio social!).Porque al final lo que importan son las apariencias, tanto tienes tanto vales. Aunque no tengas que llevarte a la boca, o te congeles por las noches en tu palacio de cristal.Pero tu aparenta, siempre aparenta...

En la época en la que las redes sociales mandan, lo principal es parecer más que ser, tener una casa de ensueño, unas vacaciones de lujo, amigos famosos y fabulosos...lo demás es superfluo, y no hay más que ver también el caso de ese personaje curioso y ridiculo llamado Francisco Nicolás, que se coló en todos los actos oficiales y sociales de alto standing que le dio la gana.Y nadie se atrevió a decirle ni mu,...por si era alguien influyente.Eso es el poder de la actitud! ;-D

 

Enlace artículo El Mundo: http://www.elmundo.es/cronica/2014/10/19/54414fba268e3e54718b4586.html?a=0eef95b1a0b6944abd7197625cbef951&t=1413825735

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